La jugadora de fútbol Jenni Hermoso testifica contra Rubiales por primera vez por el polémico beso en la boca en la final de la Copa Femenina
Jenni Hermoso, la jugadora que recibió un beso en los labios de parte del entonces presidente de la Federación Española de Fútbol tras la final de la Copa Mundial femenina, compareció el martes en un tribunal para testificar por primera vez ante un juez en el caso de abuso sexual contra el exoficial.
Hermoso se presentó ante el Tribunal de la Audiencia Nacional en Madrid para dar su versión del beso que recibió de Luis Rubiales tras la victoria de España ante Inglaterra en la final en Sídney en agosto. En septiembre la jugadora denunció formalmente al al hombre por haberla besado sin su consentimiento.
“Todo ha ido bien”, le dijo Hermoso a los reporteros tras su comparecencia. “Todo queda en las manos de la justicia y muchas gracias por el apoyo”.
El incidente provocó indignación en el fútbol mundial y llevó a una de las peores crisis del deporte español. También llevó a un boicot de las campeonas mundiales de la selección y a la eventual renuncia de Rubiales, a pesar de que aún niega haber incurrido en algún delito y asegura que el beso fue consensual.
Se esperaba que Hermoso reiterara su versión en el juzgado de que el beso fue sin su consentimiento y que Rubiales y su personal la presionaron a ella y su familia para que le restara importancia al incidente que empañó el primer título logrado por España en la Copa Mundial de Fútbol Femenino.
Hermoso testificó a puerta cerrada, ya que, de acuerdo a versiones dela prensa española, la jugadora le pidió al juez mantener su aparición en el tribunal en privado. Hermoso llegó al tribunal portando un abrigo gris y saludó a los periodistas antes de ingresar al recinto por la puerta principal junto a sus abogados.
El juez aún no ha decidido si el 'caso Rubiales' irá a juicio
La fiscalía del estado acusó a Rubiales de abuso sexual y coerción, argumentando que intentó convencer a Hermoso y sus familiares de restarle importancia al beso.
El juez también escuchará testimonio de otras jugadoras, entrenadores y oficiales de la Federación antes de decidir si iniciará un juicio.
Anteriormente, Rubiales negó cualquier delito al juez que impuso una orden de restricción para que no contactara a Hermoso.
Hermoso, de 33 años, indicó el año pasado que recibió amenazas como consecuencia del beso, aunque sin dar detalles.
Hermoso se convirtió en casi una celebridad en España tras denunciar el beso y ayudar a promover el movimiento “Me Too” en ese país. Fue una presentadora durante la celebración del Año Nuevo en la televisión pública el sábado y pidió por un año 2024 más equitativo.
El boicot de jugadoras terminó el año pasado después de que les garantizaron que habría cambios dentro de la federación tras la intervención del gobierno.
De acuerdo con las nuevas leyes, Rubiales podría enfrentar una sentencia de prisión de entre uno a cuatro años de ser encontrado culpable. La nueva ley eliminó la diferencia entre “acoso sexual” y “abuso sexual” bajo las leyes de consentimiento sexual.
"Creo en la verdad y haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme de que prevalezca", dijo Rubiales cuando renunció como jefe de la federación en septiembre. El exjugador de 46 años de edad ja afirmado que si bien su familia y sus allegados habían sufrido “los efectos de una persecución excesiva” y de “muchas mentiras”, creía que el público sabía la verdad.
Hermoso, por su parte, acaba de ser fichada por el equipo campeón de la liga de fútbol femenino de México, Tigres de UANL, según informó el club en sus distintas redes sociales.
" Nada me hace más ilusión que anunciar que seré parte de este increíble club. Todas mis ganas e ilusión de vestir la camiseta de Tigres Femenil. Nos vemos pronto", dijo la centrocampista en su cuenta de X, antes Twitter, confirmando el fichaje.
